
Lorena desvió unos segundos la mirada de la ventana para mirar a sus amigos. Fernando, Antonio y Matt estaban a su lado, los tres con la mirada fija en la ventana por la que en unos minutos entrarían a salvar a Izabella.
Cogió las manos de Fernando y Matt, y con un apretón les dio las gracias por haberla acompañado.
Cuando el reloj marcó las doce, empezaron a escuchar ruidos al otro lado de la calle. El plan se había puesto en marcha. Después de cinco minutos recibieron la señal en sus móviles. Era el momento de entrar.
Se acercaron a la ventana que daba al interior de la cárcel abandonada y con mucho cuidado, Matt la abrió y entró, ayudando luego a los demás. Además de ellos cuatro, también los acompañaban Slaveck y Kaspar, dos hermanos que habían perdido a su padre del mismo modo que Izabella.
Una vez dentro Kaspar; que había hecho trabajos en la cárcel y conocía el lugar; los dirigió hacia el interior.
Lo primero que encontraron fue una habitación con un escritorio, una silla y una pequeña pantalla de ordenador. En ella podían ver dos imágenes. Por un lado, la puerta donde un tipo grande y calvo discutía con Nikolai y Magda, una pareja que también les ayudaba. En la otra una celda oscura, alumbrada solo por una pequeña luz que llegaba desde fuera y que dejaba entrever un bulto en el suelo.
Lorena la reconoció al instante, y con lágrimas en los ojos dijo:
- Izabella….es ahí.
Sin perder tiempo Kaspar los dirigió hacia unas escaleras, al final vieron la luz que alumbraba la celda. Corrieron hacia ella intentando no hacer ruido y al fondo, en el suelo, encontraron a Iza.
Lorena se arrodilló junto a ella, y Matt la despertó. Al verle Izabella no dijo nada, su cara era de pánico, pero al ver a Lorena su expresión cambió a la de un absoluto asombro.
Lorena le sonrió y le agarró la mano, mientras Matt le hablaba en polaco pidiéndole que se levantara.
En ese momento notaron la vibración en sus móviles, lo cual quería decir que el tipo que custodiaba la celda volvía a estar dentro. Debían esperar.
Dejaron a Iza de nuevo en el suelo y buscaron cobijo en las sombras para ocultarse de la cámara.
Unos minutos después la voz de Slaveck les sobresaltó desde la escalera. Matt les dijo que era el momento de volver a ponerse en marcha.
Con Izabella en brazos se apresuraron a subir las escaleras e hicieron el mismo camino hacia la pequeña oficina, donde el tipo estaba tirado en el suelo. Slaveck le había inyectado un tranquilizante que lo dejaría dormido varias horas. El tiempo suficiente para ponerse a salvo.
Salieron por la ventana, primero Kaspar, luego Antonio y Fernando que cogieron a Izabella para que Matt pudiera salir y por ultimo Lorena y Slaveck. Debían andar unas manzanas para llegar hasta donde Nikolai y Magda los esperaban con una furgoneta para sacarles del país.
Pero cuando giraron la primera esquina vieron que dos hombres vestidos de negro se dirigían corriendo hacia ellos.
No tenían tiempo, Fernando sostenía a Izabella que estaba demasiado débil y no podía sostenerse en pie. Matt dijo algo dirigiéndose hacia los hermanos, y luego cogiendo a Lorena del brazo dijo:
- Tenemos que separarnos, puedo llevar a Iza.
- No, yo la llevo, cuida de Lorena y nos vemos en el coche lo antes posible – contestó Fernando mirando a su amiga – estaré bien, ve con él – respondió a la mirada de ella.
Cada uno salió corriendo en una dirección, todos evitando ir directo al punto de encuentro. Dejarles ver la furgoneta no era buena idea, ya que luego sería demasiado fácil seguirlos.
Matt tiraba del brazo de Lorena, pero ella no dejaba de mirar hacia atrás, mientras intentaba seguirle el paso. Al ver que los hombres seguían a Fernando frenó en seco soltando la mano de Matt. Él la miró confundido.
- Tenemos que pararles, van tras Fernando y con Izabella en brazos les van a coger.
Matt intentó decir algo pero se calló al ver la expresión de su cara.
Cambiaron de dirección y se dirigieron hacia la calle donde Fernando y Antonio seguían corriendo. Los hombres les ganaban ventaja rápidamente. Corrieron tras ellos intentando no hacer ruido. Cada vez se acercaban más.
Cuando estaban a punto de atrapar a Fernando, Lorena sacó uno de los dardos tranquilizantes de la mochila e intentando apuntar lo mejor posible disparó. El dardo pasó cerca de uno de ellos sin rozarle.
- ¡Mierda! Joder que mala puntería.
Los hombres se giraron y uno de ellos saco un arma, pero antes de que pudiera disparar cayó al suelo. El segundo ya les estaba apuntando y consiguió disparar antes de que Antonio le clavara un tranquilizante en el cuello.
Lorena estaba inmóvil, había escuchado el disparo, pero estaba bien, no le habían dado.
Con miedo miró a Matt que estaba su lado. Estaba blanco y se tocaba el brazo.
- Estoy bien, solo ha sido el brazo. Vamos, tenemos que irnos ya – dijo soltándose el brazo y agarrándole la mano.
Se acercaron a los demás, y tras comprobar que todos estaban bien, salieron corriendo hacia el coche.
Tardaron unos cinco minutos en llegar, los demás ya estaban allí. Subieron a la furgoneta y Slaveck encendió el motor y se puso en marcha.
Una vez dentro Lorena miro a Matt, el brazo no dejaba de sangrarle. Cogió su camiseta y le apretó la herida. No tenía ni idea de si funcionaria pero en las pelis siempre decían que había que parar la hemorragia, y en ese momento no se le ocurrió otra cosa que hacer.
- Lo siento, ha sido mi culpa, si tuviera mejor puntería…. – dijo ella mirándole a los ojos.
- Ya, bueno, no puedes ser perfecta…. – contestó él con una mueca burlona.
Lorena rió y le beso.
- Iza se está despertando – los interrumpió Fernando.
- ¿Qué tal estas? – le preguntó Matt en su idioma.
Ella contestó, y aunque no entendían el idioma, por sus gestos estaba claro que preguntaba quienes eran y por que la había sacado de allí.
Matt le contó todo. Como Lorena había empezado a soñar con ella y como cuando supo que estaba en peligro quiso salvarla.
Le contó el plan, como Christov se había puesto en contacto con ellos, como había conseguido que los demás les ayudaran.
El plan ahora era sacarla de Polonia, conducirían hasta República Checa y allí probarían a coger un avión. Utilizarían a Lorena para ver si saltaba alguna alarma, si era así irían en coche hasta España.
Iza le interrumpió, parecía asustada.
- Pregunta por su abuela – explicó Matt.
Y la tranquilizó diciéndole que estaba bien, Christov la había sacado del país la noche anterior, ahora estaba en España con los padres de Lorena. Christov se les uniría pronto.
Cuando hubo escuchado toda la historia, miró a Lorena, le cogió la mano y dijo algo mirando también a Fernando, Antonio y Matt.
- Nos da las gracias por salvarle la vida – tradujo Matt.
Luego cerró los ojos y se quedo dormida de nuevo.
Continuará…
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La leyenda (Final) – Relatos de una mente inquieta · 23/09/2019 at 13:24
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