Leer “Las huellas del jardín (Parte 1)”

Se observaban en silencio, mirándose a los ojos. Rocío no sabía que decir, a pesar de tener una criatura tan extraña en frente suya no sentía miedo, sino una gran curiosidad. Siguió mirando aquellos ojos que la examinaban intensamente, como si solo con mirarla pudiera leer sus pensamientos, pero que a la vez desprendían una gran calidez.

  • Hola, mi nombre es Rocío ¿y el tuyo? – fue la única cosa lógica que se le ocurrió decir.

Después de unos segundos más en silencio, en los que Rocío empezó a preguntarse si aquella criatura podría ni siquiera hablar, una voz grave y dulce a la vez, le contestó:

  • Mi nombre es Kandur.

En ese momento Rocío perdió cualquier rastro de compostura, lo que estaba sucediendo era demasiado increíble.

  • ¡Wow, puedes hablar….nunca había visto nada como tú, es increíble….! ¿eres humano? – fue su siguiente pregunta.
  • No…
  • ¿Entonces eres un pájaro que habla? ¡Increíble! – lo interrumpió antes de que pudiera continuar.
  • Tampoco, soy un habitante de Ralaura.
  • ¿Ralaura? ¿qué es eso?
  • Es el lugar donde vivimos los amigos imaginarios de los niños.

Rocío se quedó sin palabras.

  • ¿Estás bien? – le preguntó Kandur que la observaba ahora con fascinación.
  • ¿De verdad eres real? ¿No estoy soñando? – preguntó ella.

Kandur alargó una de sus alas y rozando su brazo derecho le dio un pequeño pellizco.

  • ¡¡Au!!
  • ¿Ves? No estás soñando…. – dijo el sonriendo.

Sin saber expresar lo que estaba sintiendo Roció empezó a reír a carcajadas. Kandur que la miraba esperando su reacción no pudo contenerse al verla reír de aquella manera y empezó a reír también.

Cuando pudo parar, Rocío se acercó a la mesa del jardín y se sentó, Kandur la siguió y se sentó frente a ella. Ella entones empezó a hacer todas las preguntas que volaban por su cabeza.

  • ¿Y donde está Ralaura? ¿Podéis venir al mundo de los humanos?
  • Ralaura está en entre las estrellas, entre la osa mayor y menor. Y sí, podemos venir al mundo de los humanos, aunque solo los niños pueden vernos, ya que ellos tienen imaginación y siguen creyendo en nosotros. Tu eres el primer adulto que ha podido verme.
  • ¿Y por qué no pueden veros? ¿y por qué yo sí?
  • Los adultos no pueden vernos porque han dejado de creer, al convertirse en adultos dejan de creer en todo lo que no sea lógico, es por eso que dejan de creer en la fantasía, la magia, y por tanto en nosotros, ya que somos el producto de la más pura e inocente imaginación. Pero tú….no sé cómo puedes verme.
  • ¿Y cómo has llegado a mi jardín?
  • Por las ondas sensoriales, normalmente las producen los niños cuando juegan, que es cuando más creativos se encuentran, y por las noches, al estar dormidos no se siente nada, pero entonces empecé a notar unas muy fuertes, y venían de tu casa. Pensé que habría niños dentro….
  • No, no hay niños, vivo sola.
  • Entonces eres tú quien las transmite, y es por eso que puedes verme. Supongo que a pesar de ser adulta, sigues creyendo….es increíble.
  • ¿Y podrías llevarme a Ralaura?
  • Pues no lo sé, pero si puedes verme, ¿por qué no? ¿Quieres venir ahora?
  • ¡¡¡Dios sí!!! ¡Me encantaría! Pero ¿cómo voy a llegar allí?

Kandur se levantó y le dio la espalda.

  • Súbete a mi espalda, y agárrate fuerte.

Y Kandur agitó sus alas y empezó a volar en dirección a las estrellas.

Continuará…


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