En su libro “Mientras Escribo”, Stephen King, habla de cómo su primer rincón de escritura fue debajo del hueco de la escalera de su casa.

El también soñaba con una gran habitación solo para él, con un escritorio de madera antigua y una silla super-cómoda. Sin embargo con el paso de los años se dio cuenta de que aquel no era su rincón, convirtió esa habitación en un salón donde disfrutar con su mujer e hijos y volvió a escribir en el rincón de la escalera.

Cuando leemos sobre como empezar a escribir, o sobre trucos que usan los escritores famosos, siempre hablan de tener un lugar en el que poder retraerse y simplemente escribir. Y creo que es algo que de alguna u otra manera todos hacemos.

Pero, ¿por qué es tan importante tener un lugar que sea nuestro? En mi caso, comparto piso con más personas. Aunque no tengo problemas de que me molesten cuando escribo, siguen siendo espacios compartidos, en los que me es difícil concentrarme y dejar volar mi imaginación.

Ahora, además estamos viviendo una situación aun más complicada para la creatividad. Estamos todo el día en casa, y si vivimos con más gente, los espacios se vuelven más abarrotados.

Y eso es lo mejor de mi rincón, que es mio, solo lo uso yo, y además es un lugar en el que no puedo hacer mucho más. No llega el internet, y no me vienen a la mente tareas. Es un lugar en el que simplemente puedo sentarme a pensar, puedo estar sola y disfrutar de mi compañía, y sobre todo dejar a mi mente volar.

El tener tu propio lugar no es algo exclusivo de los escritores, cualquier persona que haya estudiado seguro tenia un lugar en el que podia concentrarse mejor. Y si te dedicas a alguna actividad creativa seguro que prefieres algún lugar por las sensaciones que te inspira.

Mi rincón secreto es bastante cutre, de hecho es una casetilla de chapa que tenemos en el patio para guardar todo aquello que no cabe en la casa. Sin embargo desde ella puedo ver mi jardín, puedo ver las flores, el cielo, la luz del sol. Ayuda que además está fuera de la casa, con lo que no me llegan los ruidos rutinarios de la convivencia.

Yo también, como Stephen King, sueño con tener una biblioteca inmensa con un gran escritorio de madera y una silla en la que pueda pasar horas sentadas sin que me duela la espalda. Aunque no se si como él, cuando lo tenga no tendrá esa magia, por el momento disfruto de mi guarida de escritor.

¿Y vosotros, también tenéis un rincón de escritor? Anímate a compartir tu experiencia con un comentario.


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